La Antigua Guatemala ofrece un vasto y místico encanto natural y arquitectónico, por lo que seguramente no le bastará un día ahí. De tal suerte, prepárese para 3 días cuando menos.
Amén de la mismísima ciudad colonial, resultan de obligada visita el promiscuo vecino de Jocotenango y la poco distante Ciudad Vieja.
Jocotenango, hacia el Norte, es actualmente prácticamente imposible delimitarlo de la ciudad colonial, pues se han extendido uno hacia el otro. De tal suerte, sea caminando o a bordo de un tuk tuk, pequeño vehículo motorizado tipo triciclo, usted puede ir de uno a otro en cuestión de 5 ó 10 minutos.
Resalta con justicia en este pueblo su bella iglesia tanto como su fuente, enfrente, donde también encontrará una amplia variedad de artesanías, tanto en barro como en madera.
Hacia el Sur encontrará Ciudad Vieja, al mismísimo pie del volcán de Agua. La primera ciudad capital dentro de ese hermoso valle de Panchoy y que fundó precisamente el conquistador, Pedro de Alvarado, con el nombre de Santiago de Guatemala.
Sin embargo, a los pocos años de su fundación, un dique natural formado en las partes altas del volcán se rompió y produjo una avalancha tal sobre la ciudad que la inundó, la cual también dio muerte a la señora Doña Beatríz De La Cueva, entonces gobernadora. Este suceso marcó el final de dicha ciudad, trasladándose pronto a la actual ciudad colonial de Antigua Guatemala.
En los alrededores de ésta última existen muchos sitios privados, fincas y sembradíos entre ellos, donde por algunos dólares le enseñan al turista el proceso del café, nuestro producto orgullo, pues rivaliza entre los de mejor calidad alrededor del mundo.
Una característica peculiar de la ciudad de Antigua Guatemala es que su geografía de volcanes, valle y altas montañas permite una entrada a las corrientes de aire húmedas provenientes del océano Pacífico, distante tanto como 70 kilómetros en línea recta, y luego los enormes árboles verdes y frondosos las capturan en los altos cerros circundantes, principalmente los ubicados arriba de El Hato, en cuyas cimas encontramos un perenne bosque nuboso en el cual al nada más adentrarse un par de metros, la lluvia le sorprende.
Bien, será pronto que continuemos con nuestro recorrido, siempre dentro de este pequeño círculo blanco en el mapa orientador, aunque es preciso mencionar que dada la relevancia de Antigua Guatemala como meca de turismo mundial, desde ahí se organizan diversas excursiones a otros sitios de singular importancia, tan cercanos algunos como el activo volcán de Pacaya (a dos horas aproximadamente) y tan distantes otros como la ciudad Estado maya de El Mirador, en el Norte del país, entre la exuberante selva de el Petén (Por tierra, a tres días, mínimo). Ahora les dejó una bella estampa de nazarenos. Saludos, y salud.
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